"y el mundo se acordó de la primavera"
Algunas veces los libros llegan a nuestras manos por una recomendación amiga (o quizá enemiga, ¡quién sabe!); otras por obligación y otras por casualidad, por un impulso que nos hace conocer esa historia...Y este es, precisamente, el motivo por el que llegó hasta mí este libro. Cuando estaba eligiendo mi regalo de Navidad y nos dirigíamos a la caja, mi vista se topó con él y, guiada por no sé qué razón, lo añadí al montoncito. Tal vez el librero vio ese gesto repentino, pues sonrió y me aseguró que me iba a encantar. No en vano acababa de ser elegido libro del año por el Gremio de Libreros de Madrid.
Y no se equivocó. A lo mejor es porque aún tengo la lectura demasiado reciente y soy incapaz de verlo en perspectiva, con objetividad (¿qué es eso?), pero el caso es que estoy hechizada por Mary, esa protagonista que nos cuenta su vida a su modo, con la particularidad de que acaba de aprender a leer y escribir. Además de eso, se trata de un personaje que tiene una forma muy singular de enfrentarse a la vida y por eso resulta tan entrañable y especial.
Mary es un granjera adolescente en la Inglaterra del siglo XIX. Tanto su físico (tiene el pelo blanco y una malformación en una pierna) como su forma de ser y pensar la hacen diferente y diferente será también su vida, pues llegado un momento su padre la enviará a ayudar a la casa del vicario. Y ahí está el punto de inflexión pues, debido a este hecho, dejará de ser analfabeta, a pesar de las nefastas consecuencias.
En cuanto a la forma, la novela está dividida según las estaciones del año y el narrador, como ya he indicado anteriormente, es la propia Mary, que se expresa según las características de su personaje (una de ellas es la ausencia total de mayúsculas en todo el texto), dándole así más verosimilitud.
"a veces tener memoria es una buena cosa, porque ahí está la historia de tu vida y sin ella no habría nada, pero otras veces tu memoria guarda cosas que preferirías no volver a saber nunca y, por mucho que intentes quitártelas de la cabeza, siempre vuelven".
No es difícil dejarse atrapar por el discurso de Mary. Sabemos que, una vez leído, sus palabras y su historia resonarán en nuestra mente, quién sabe durante cuánto tiempo. Si en algún momento os cruzáis con este libro, no lo dejéis escapar: merece la pena.
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Reading challenge 2015: un libro escrito originalmente en un idioma diferente al tuyo