Un joven universitario quiere ser escritor y para ello está apuntado a un taller de escritura. Su mayor problema es que no se le ocurre ninguna historia digna de ser contada y por eso su profesor le brinda una: la que le pidieron a él que escribiese cuando era joven. Comienza entonces la historia de un joven que, convencido de sus ideales, se alista en la División Azul. Esto dará lugar a a la descripción de algunas de las batallas de la época pero también entrarán reflexiones sobre la guerra de Irak o la de Afganistán. Y es que, en definitiva, la novela es una alegato en contra de las guerras que obligan a los niños y jóvenes a tomar las armas y a ser, debido a las circunstancias, aún más feroces que los adultos.
No me gustan las historias bélicas y por eso me ha costado entrar un poco en la temática de este libro (además de que la idea de la División Azul no me hacía muy feliz, la verdad). Sin embargo, otro de los temas que aborda es el oficio de la escritura: las dudas ante las que se enfrenta y las inseguridades, y ése sí me ha parecido interesante. De todas formas, no me ha convencido del todo: se me ha hecho un poco farragoso y no estoy segura de poder decir que lo recomiendo.
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