"El mundo aún tenía que llegar.
El mundo llega a los catorce años".
Piombino es una localidad de Livorno, en la Toscana, desde la que se ve la isla de Elba. Ese es el marco en el que se desarrolla esta novela de Silvia Avallone: una obra en la que nos encontramos con un personaje principal: la industria, que esclaviza y oprime a sus trabajadores y a sus familias.
"La semana escandida por el ritmo de los días: el ritmo constante de un mundo obligado a producir"
Alrededor de ese gigante que nunca duerme, las familias se hacinan en bloques de edificios y se dejan llevar por la rutina y por la frustración. A partir de ahí, podemos comprobar cómo afecta esto en las diferentes edades:
- Los adultos recurren a los malos tratos, a la estafa o a la reivindicación social.
- Los jóvenes oscilan entre el trabajo en la fábrica y su tiempo libre: alcohol, drogas, sexo... Su única aspiración parece ser tener coche y pasárselo bien.
¿Y las protagonistas? Anna y Francesca tienen 14 años y están de vacaciones: su rutina es ir a la playa e ir descubriendo los cambios que va experimentando su cuerpo y la reacción que supone esto en los demás. Son amigas desde que eran niñas, pero ellas saben que lo que las une es mucho más que una simple amistad. ¿Se puede ser diferente en un lugar donde es difícil salirse de la norma?
Para ellas, que buscan una vida diferente a la que parece que están destinadas a llevar, sólo queda una esperanza:la isla de Elba.
-----